La floculación es el proceso mediante el cual las partículas finas de arcilla o materiales cerámicos suspendidos en una barbotina (mezcla líquida de arcilla, agua y otros aditivos) se unen formando agregados más grandes, denominados “flóculos”. Esto se logra agregando un floculante (como vinagre, cloruro de calcio u otras sustancias químicas) que modifica la carga superficial de las partículas, favoreciendo su atracción electrostática.
A medida que las partículas se agrupan, la mezcla aumenta su viscosidad, se vuelve más estable en reposo y menos propensa a sedimentar. Este control sobre la consistencia y tixotropía es esencial en la preparación de engobes y esmaltes, asegurando que se apliquen con mayor uniformidad y que los pigmentos o componentes no se separen durante el almacenamiento. Además, la floculación facilita el control de la fluidez de las mezclas en técnicas como la colada, ayudando a obtener piezas más homogéneas y con espesores controlados.
Dato interesante
En la técnica de colada, controlar la floculación de la barbotina resulta fundamental. Una barbotina ligeramente floculada puede acortar los tiempos de colada, permitiendo que el material se adhiera más rápidamente a las paredes del molde, creando piezas con espesores más uniformes y reduciendo defectos relacionados con la sedimentación de las partículas.
Consejo útil
Añade el floculante poco a poco, mezclando bien y comprobando la consistencia de la barbotina. Un exceso puede convertir una mezcla útil en una masa demasiado densa y difícil de manejar.