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Glosario de cerámica
Encuentra definiciones de términos de cerámica, materiales, técnicas y herramientas.
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Ramilleteado
El ramilleteado es una técnica decorativa que consiste en añadir pequeños relieves de arcilla a una pieza base, generalmente mientras ambas partes están en estado húmedo o de consistencia de cuero. Estos elementos decorativos pueden ser planos o tridimensionales, y suelen realizarse utilizando moldes de yeso que permiten obtener detalles precisos y uniformes. Para adherir los adornos a la pieza principal, se utiliza barbotina, una mezcla de arcilla y agua que actúa como pegamento, asegurando una unión sólida entre ambas partes. El ramilleteado es especialmente popular en la cerámica decorativa y artística, donde se emplea para enriquecer la superficie de piezas como jarrones, platos y otros objetos utilitarios. Es común combinar arcillas de colores diferentes para resaltar los contrastes, pero es crucial que ambas tengan propiedades similares de contracción para evitar desprendimientos o grietas durante el secado y la cocción. Esta técnica ha sido ampliamente utilizada en la cerámica europea, particularmente en las piezas jasperware producidas por Wedgwood, donde los relieves blancos se aplicaban sobre fondos de colores como azul, verde o negro, creando un efecto visual elegante y distintivo.
Porcelana
La porcelana es un material cerámico de altísima calidad, resultado de la interacción entre materias primas puras—principalmente caolín, feldespato y cuarzo—y cocciones a elevadas temperaturas que superan los 1300°C. Este exigente rango de cocción permite la vitrificación completa de la pasta, produciendo un cuerpo compacto, blanco y translúcido, con una resistencia notable a la abrasión y a la corrosión química. La maleabilidad del material crudo ofrece posibilidades casi ilimitadas en la creación de formas elegantes, delgadas y refinadas. Por su naturaleza vítrea, la porcelana presenta una superficie suave que se presta a acabados sin esmalte, exhibiendo cualidades estéticas puras, o bien se puede decorar con esmaltes, colores sobre cubierta y lustres. Su versatilidad la coloca como uno de los materiales favoritos para la fabricación de vajillas, objetos de lujo, iluminación, e incluso piezas técnicas para la industria, abarcando un rango amplio de usos que trasciende la mera ornamentalidad. Su larga tradición histórica se suma a las técnicas modernas de fabricación y control, situándola en la élite de la producción cerámica mundial.
Tamiz
El tamiz es una herramienta fundamental en cerámica utilizada para filtrar y refinar materiales como arcillas líquidas, engobes y esmaltes. Está compuesto por un marco que sostiene una malla de diferentes tamaños, diseñada para eliminar partículas grandes, impurezas o grumos, asegurando mezclas homogéneas y bien refinadas. El uso del tamiz es crucial para obtener acabados lisos y uniformes, ya que incluso pequeñas impurezas pueden causar defectos en la superficie de las piezas. En el proceso de esmaltado, el tamiz ayuda a prevenir problemas como burbujas o craquelado, asegurando que la aplicación del esmalte sea uniforme y profesional. También es indispensable en la preparación de barbotinas, donde garantiza que las partículas de arcilla se mantengan en suspensión.
Carbonato de cobalto (CoCO₃)
El carbonato de cobalto es un colorante cerámico sumamente potente y concentrado, usado principalmente para producir tonos azules intensos en esmaltes y engobes. Es uno de los pigmentos más estables y confiables, capaz de resistir altas temperaturas y variaciones atmosféricas en el horno, manteniendo su color con gran precisión. Su aplicación se adapta a diversas técnicas cerámicas, y en pequeñas cantidades puede incluso teñir de azul otros colores base. El carbonato de cobalto es uno de los pigmentos más deseados en la cerámica por su capacidad para crear tonos azules profundos y vibrantes, desde el azul celeste hasta el azul marino. Su versatilidad le permite generar efectos visuales variados, como matices moteados, vidriados y esmaltes de alto brillo, dependiendo de la mezcla y la técnica de aplicación. Este pigmento ha sido utilizado desde el siglo VIII en Persia y China, y su impacto en la cerámica histórica ha dejado una impronta duradera, visible en las famosas porcelanas azules y blancas de la dinastía Ming y en la mayólica europea.
Óxidos
Los óxidos son compuestos químicos formados por la combinación de oxígeno con elementos metálicos. En el ámbito de la cerámica, los óxidos desempeñan un papel esencial en la creación de una amplia gama de colores en esmaltes y engobes. Cada tipo de óxido produce un color distintivo cuando se cuece a altas temperaturas en el horno, y el resultado final puede verse influenciado por la atmósfera de cocción, ya sea oxidante o reductora. Los óxidos más comunes utilizados en la cerámica incluyen el óxido de cobalto, que genera tonos azules intensos; el óxido de cobre, responsable de verdes profundos y a veces colores metálicos; y el óxido de hierro, que aporta rojos, marrones y negros según las condiciones de cocción. Otros óxidos, como el óxido de manganeso, el óxido de níquel y el óxido de titanio, también se emplean para expandir la paleta de colores disponibles, permitiendo experimentar con una amplia gama de tonalidades y efectos decorativos. La interacción de estos óxidos con la arcilla y otros componentes del esmalte es crucial para determinar el color y la textura final de la pieza cerámica. Por ejemplo, el óxido de cobalto no solo proporciona un azul profundo, sino que también puede influir en la translucidez y el brillo del esmalte. El óxido de cobre, dependiendo de la cantidad utilizada y la atmósfera de cocción, puede producir desde verdes brillantes hasta tonos más oscuros y terrosos. Además de su función decorativa, los óxidos también pueden influir en las propiedades físicas del esmalte, como su resistencia al desgaste, su impermeabilidad y su adherencia a la superficie de la arcilla. La correcta selección y mezcla de óxidos es esencial para lograr el equilibrio deseado entre estética y funcionalidad en las piezas cerámicas.
Pasta para Impresión 3D
La pasta para impresión 3D es una mezcla especialmente formulada para ser utilizada en impresoras 3D que trabajan con materiales pastosos, como arcilla. Esta pasta combina arcilla refinada con aditivos específicos que mejoran su plasticidad y cohesión, permitiendo que pase a través de las boquillas de la impresora sin obstrucciones. Su composición está diseñada para mantener la forma de las piezas inmediatamente después de la extrusión, evitando que se deformen durante el secado inicial. Esta pasta es ideal para crear piezas complejas con geometrías que serían difíciles de lograr mediante técnicas tradicionales. Su uso ha revolucionado la cerámica contemporánea, permitiendo a artistas y diseñadores experimentar con estructuras intrincadas, como patrones tridimensionales y diseños paramétricos.
Lepidolita
La lepidolita es un mineral rico en litio que se utiliza en la cerámica principalmente como fundente, desempeñando un papel crucial en la reducción del punto de fusión de los esmaltes, lo que permite que se vitrifiquen a temperaturas más bajas. La lepidolita es especialmente útil en la fabricación de cerámica de baja temperatura, como la loza, donde se requiere una vitrificación completa sin necesidad de temperaturas extremadamente altas. Además de sus propiedades como fundente, la lepidolita tiene la capacidad de modificar los colores de los esmaltes, produciendo tonos pastel. Los colores derivados de la lepidolita pueden incluir tonos como rosas, lilas, verdes pálidos o azules suaves, los cuales son difíciles de obtener con otros fundentes sin la necesidad de someter las piezas a altas temperaturas. En particular, la lepidolita se utiliza para obtener esmaltes translúcidos que aportan un acabado suave y luminoso a las piezas cerámicas.
Pantalla de serigrafía
Una pantalla de serigrafía es una herramienta compuesta por un bastidor sobre el cual se tensa una malla fina, tradicionalmente de seda o hoy en día de nailon o poliéster. Esta malla contiene áreas permeables e impermeables al paso de la tinta o el engobe cerámico. Al presionar el medio colorante con una rasqueta a través de la malla, el diseño se transfiere a la superficie de la pieza, ya sea una baldosa, plato, taza o cualquier otro objeto cerámico. La serigrafía permite reproducir diseños complejos, patrones repetitivos o incluso ilustraciones detalladas con una alta precisión. Esto resulta especialmente útil en la producción industrial o semiartesanal de vajillas, azulejos y piezas decorativas, ya que asegura uniformidad, consistencia y rapidez en la decoración.
Apilado
El apilado es la disposición de las piezas cerámicas dentro del horno para su cocción. Durante la cocción de bizcocho (primera cocción), las piezas pueden apilarse unas dentro de otras, ya que no tienen esmalte que pueda fundirse y pegarse. Este método permite maximizar el espacio del horno y es especialmente útil cuando se cuecen grandes cantidades de piezas. Sin embargo, en la cocción de esmalte, las piezas deben separarse para evitar que se peguen entre sí, ya que el esmalte se derrite durante el proceso de cocción. La correcta colocación de las piezas también es importante para asegurar una cocción uniforme y prevenir defectos en las piezas terminadas. Un buen apilado optimiza el uso del espacio y del combustible en el horno, siendo clave en la producción eficiente de cerámica.
Rascadores
Los rascadores son herramientas de acabado que posibilitan un control preciso sobre la superficie de las piezas cerámicas durante diversas etapas de elaboración. Su empleo no se limita al torno: resultan útiles en el modelado manual, el retorneado de piezas con consistencia de cuero y la eliminación de imperfecciones antes de la cocción. Existen rascadores de múltiples materiales y durezas, lo que permite ajustar el tipo de presión y la cantidad de arcilla retirada según la humedad o la densidad del cuerpo cerámico. Además, la forma y el perfil del rascador influyen en su funcionalidad, posibilitando desde un alisado sutil hasta la creación de texturas, relieves y detalles ornamentales. De esta manera, los rascadores se vuelven indispensables en la búsqueda de superficies pulidas, contornos definidos y acabados uniformes.
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