El endurecimiento es una cocción preliminar a baja temperatura, generalmente entre 650°C y 700°C, que se lleva a cabo para eliminar la materia orgánica presente en la decoración aplicada a la cerámica y fijar los colores antes de la aplicación del vidriado. Este proceso asegura que las decoraciones permanezcan estables durante las etapas posteriores, como el esmaltado o una cocción final a temperaturas más altas. El endurecimiento no vitrifica completamente la cerámica, ya que la baja temperatura no alcanza el punto de maduración de la arcilla.
Esta cocción es especialmente importante en técnicas como la mayólica o la decoración con óxidos metálicos, donde los diseños pintados sobre la superficie deben mantenerse nítidos y adheridos al cuerpo cerámico durante la manipulación y las cocciones posteriores. Por ejemplo, en la cerámica decorada, el endurecimiento evita que los colores se difuminen o se alteren al aplicar el esmalte líquido sobre la pieza decorada.
Dato interesante
Alrededor de los 573 °C, se produce la inversión del cuarzo (de fase alfa a fase beta), lo cual implica un cambio en la estructura cristalina del material. Aunque el “endurecimiento” no vitrifica la arcilla, este punto es crítico durante la cocción a baja temperatura, ya que si el calentamiento o enfriamiento no se controla cuidadosamente, las tensiones internas generadas por este cambio pueden provocar grietas en la pieza.
Consejo útil
Asegúrate de que las piezas estén completamente secas antes de someterlas al endurecimiento para evitar explosiones o grietas en el horno.