El apilado es la disposición de las piezas cerámicas dentro del horno para su cocción. Durante la cocción de bizcocho (primera cocción), las piezas pueden apilarse unas dentro de otras, ya que no tienen esmalte que pueda fundirse y pegarse.
Este método permite maximizar el espacio del horno y es especialmente útil cuando se cuecen grandes cantidades de piezas. Sin embargo, en la cocción de esmalte, las piezas deben separarse para evitar que se peguen entre sí, ya que el esmalte se derrite durante el proceso de cocción.
La correcta colocación de las piezas también es importante para asegurar una cocción uniforme y prevenir defectos en las piezas terminadas. Un buen apilado optimiza el uso del espacio y del combustible en el horno, siendo clave en la producción eficiente de cerámica.
Dato interesante
En los tradicionales hornos dragón de China, que eran hornos largos y alargados, las piezas se apilaban de manera precisa para maximizar la capacidad del horno, a veces cocinando miles de piezas a la vez.
Consejo útil
Coloca las piezas más grandes y pesadas en la parte inferior del apilado, y las más ligeras y delicadas en la parte superior, esto ayuda a mantener la estabilidad y garantiza una cocción más uniforme.