Gaceta

Gaceta

Una gaceta es una caja hecha de arcilla refractaria utilizada dentro de los hornos cerámicos para contener y proteger las piezas vidriadas durante el proceso de cocción. Estas cajas se diseñan específicamente para resistir las altas temperaturas del horno, evitando que las piezas entren en contacto directo con las llamas, los gases o el humo generados durante la cocción, lo cual podría afectar negativamente los resultados del vidriado. Al estar hechas de materiales refractarios, las gacetas son capaces de soportar temperaturas extremas sin sufrir daños, lo que les permite ser reutilizadas en múltiples cocciones. Las gacetas son particularmente útiles en hornos con atmósfera oxidante, donde el oxígeno en el ambiente puede provocar alteraciones en los colores y efectos del esmalte, o en procesos donde el fuego y el humo pueden tener un impacto no deseado en la calidad del vidriado. Al colocar las piezas dentro de estas cajas refractarias, se aislan de los efectos directos de la atmósfera del horno, garantizando una cocción más controlada y unos resultados más predecibles. Además, las gacetas también se utilizan en atmósferas reductoras, donde se busca controlar los efectos de los gases sobre las piezas cocidas. En este entorno, la atmósfera con poco oxígeno puede influir en los colores y características del esmalte, y el uso de gacetas permite manejar ese entorno de manera más controlada, preservando la integridad del vidriado.

Dato interesante

Las gacetas, empleadas por primera vez en China durante la dinastía Song, eran recipientes refractarios llamados “saggers”, esenciales para proteger las piezas de porcelana en las cocciones con hornos de leña. Gracias a este sistema, los ceramistas chinos lograron producir porcelanas excepcionalmente finas y reconocidas mundialmente por su pureza, brillo y calidad sin precedentes.

Consejo útil

Antes de cargar la gaceta con tus piezas vidriadas, asegúrate de cubrir su interior con una fina capa de protección refractaria (por ejemplo, una mezcla de caolín y alúmina), de modo que las piezas no se peguen ni dejen residuos de esmalte en las paredes. Además, evita apilar las piezas directamente una sobre otra y deja suficiente espacio entre ellas para que el calor y los gases circulen adecuadamente, garantizando una cocción uniforme y resultados más predecibles.