Reborde

Reborde

El reborde constituye un elemento funcional y estético en la arquitectura de recipientes cerámicos con tapas. Se presenta comúnmente como un escalón interno, un labio o una superficie saliente en la boca del contenedor, cuya misión principal es mantener la tapa centrada y estable, impidiendo su desplazamiento. En contextos utilitarios, un reborde bien diseñado garantiza la protección del contenido, evita derrames y mejora la preservación de aromas y sabores. Por otro lado, en piezas ornamentales o de diseño, el reborde puede asumir un rol decorativo, añadiendo matices estéticos, ritmos visuales o contrastes texturales. Material, espesor, altura, forma y acabado influyen en la calidad del ajuste entre tapa y cuerpo, demandando una planificación cuidadosa durante el modelado y la calibración posterior a la cocción.

Dato interesante

Los rebordes han sido una parte integral de los recipientes cerámicos desde la antigüedad, permitiendo que las tapas de las ánforas y vasijas griegas se mantuvieran en su lugar de forma segura. En ciertas culturas, la presencia de rebordes complejos en vasijas ceremoniales indicaba la jerarquía social o la función específica del contenedor, otorgándoles un papel simbólico además de práctico.

Consejo útil

Antes de producir un lote de recipientes con tapa, crea prototipos para ajustar las dimensiones del reborde. Un reborde muy estrecho dificultará la colocación de la tapa, mientras que uno demasiado amplio generará inestabilidad. La experiencia y la observación crítica facilitarán encontrar el equilibrio óptimo.