Goma arábiga y goma tragacanto

Goma arábiga y goma tragacanto

La goma arábiga y la goma tragacanto son gomas naturales, solubles en agua, que se emplean en la cerámica para actuar como aglutinantes, estabilizantes y espesantes en la preparación de vidriados, engobes y pigmentos. Al mezclarse con el agua y los colorantes cerámicos, estas gomas mejoran la adherencia de las partículas a la superficie de la pieza, evitando que se desprendan durante las etapas previas a la cocción. Su uso es particularmente valioso en técnicas decorativas como el pincelado fino, la aplicación de calcomanías y la elaboración de detalles pintados a mano sobre la superficie cruda o bizcochada. La goma arábiga, extraída de diversas especies de acacia, es conocida por ser más fluida y fácilmente manejable. Su principal virtud es mejorar la fijación del pigmento, asegurando una aplicación uniforme y evitando que las partículas se dispersen. Por su parte, la goma tragacanto, obtenida de especies del género Astragalus, genera una mezcla más viscosa y estable, útil cuando se requiere mayor densidad, control en la aplicación o capas más gruesas de material.

Dato interesante

La goma arábiga se ha utilizado desde la antigüedad no solo en cerámica, sino también en la pintura de acuarelas, encuadernación, productos farmacéuticos y como aditivo alimentario. Esta versatilidad demuestra su eficacia como emulsionante natural a lo largo de la historia.

Consejo útil

Mezcla la goma arábiga con los pigmentos justo antes de aplicarlos, asegurando así una consistencia óptima y fácil manejo. En el caso de la goma tragacanto, añade pequeñas cantidades para ajustar la viscosidad deseada, ya que su efecto espesante es más pronunciado.