Las fisuras son pequeñas grietas o fracturas que se forman en la superficie o la estructura interna de la cerámica, reflejando tensiones que la pieza no ha sido capaz de soportar. Estas fracturas suelen aparecer como consecuencia de un enfriamiento demasiado rápido al finalizar la cocción, cuando las diferencias de temperatura entre el interior y el exterior de la pieza, o entre distintas zonas de la misma, generan esfuerzos internos. Además del enfriamiento brusco, otros factores como composiciones poco equilibradas en la mezcla cerámica, una vitrificación deficiente o diferencias en el espesor de la pared también pueden contribuir a la aparición de fisuras.
El impacto de estas grietas no es únicamente estético; las fisuras pueden debilitar la integridad estructural de la pieza, volviéndola más vulnerable a roturas y otros daños durante el uso o la manipulación. Por ello, la prevención de las fisuras es esencial para mantener la calidad y la durabilidad del producto final. Un control meticuloso del ciclo de enfriamiento, con descensos de temperatura graduales y uniformes, así como la cuidadosa selección de materiales y el control del grosor de las paredes, son estrategias fundamentales para evitar la formación de fisuras en las piezas cerámicas.
Dato interesante
Las fisuras pueden ser más evidentes en cerámica de gres y porcelana debido a su alta temperatura de cocción, donde cualquier cambio brusco de temperatura puede generar tensiones internas.
Consejo útil
Si tienes problemas con fisuras en tus piezas, ajusta la rampa de enfriamiento de tu horno, permitiendo que las piezas se enfríen gradualmente para reducir el estrés térmico.