Esgrafiado

Esgrafiado

El esgrafiado es una técnica decorativa en cerámica que consiste en cortar, rascar o incidir la capa superior de engobe, esmalte o incluso la propia arcilla, para revelar el color contrastante de la capa subyacente. Este proceso permite crear patrones intrincados y detallados, aprovechando el contraste natural entre las capas de color. La herramienta más utilizada para esta técnica es el punzón, pero también se emplean cuchillas, gubias o cualquier objeto puntiagudo que permita realizar trazos precisos sobre la superficie. El esgrafiado es ideal para crear decoraciones geométricas, paisajes, escenas narrativas o diseños abstractos. La técnica permite una amplia expresión artística, ya que el contraste entre las áreas raspadas y las no intervenidas genera una dualidad visual que resalta los detalles del diseño. Se puede experimentar con la profundidad de los cortes, la dirección de las líneas y la combinación de colores de las capas para lograr efectos visuales únicos.

Dato interesante

En la cerámica de la antigua Persia, el esgrafiado se utilizaba para contar historias o representar escenas de la vida cotidiana, convirtiendo las piezas en auténticas narraciones visuales. Se lograban detalles minuciosos utilizando herramientas extremadamente finas, y algunas de estas obras aún se conservan en museos de arte islámico.

Consejo útil

Para lograr un esgrafiado limpio y preciso, se recomienda que el engobe o la capa de esmalte esté en un estado de “cuero” (ni muy seco ni muy húmedo) antes de realizar los cortes. De esta forma, se evitan levantamientos indeseados de la capa superior y se obtiene un trazo más definido. Usar diferentes herramientas con puntas de distinto grosor permite lograr una variedad de texturas y líneas de grosor variable.