El color en la cerámica es el resultado de la interacción entre los óxidos metálicos y los pigmentos que se agregan a la arcilla o al esmalte. Estos compuestos reaccionan durante la cocción, formando una amplia gama de tonalidades que van desde colores suaves y naturales hasta tonos vibrantes y saturados. La percepción del color en la cerámica no solo depende de los materiales utilizados, sino también de las condiciones de cocción, como la temperatura y la atmósfera del horno (oxidante o reductora).
Además de los óxidos, los pigmentos orgánicos e inorgánicos también se utilizan para obtener colores específicos. La combinación de diferentes pigmentos y óxidos permite una diversidad de acabados y efectos visuales, enriqueciendo la estética de las piezas cerámicas. Los colores cerámicos son fundamentales en la decoración y el diseño de las piezas, permitiendo a ceramistas expresar su creatividad y estilizar sus obras de manera única.
Dato interesante
Durante la Edad Media, el uso del azul cobalto en cerámica se convirtió en un símbolo de lujo debido a su alto costo y origen persa y chino. Las piezas con detalles en este color eran altamente valoradas y se exportaban ampliamente, influyendo en las tradiciones cerámicas de diversas culturas alrededor del mundo. El azul cobalto sigue siendo un color icónico en la cerámica decorativa contemporánea, simbolizando elegancia y sofisticación.
Consejo útil
Experimenta con diferentes porcentajes de óxidos en tus esmaltes para obtener una gama más amplia de tonalidades. Incluso una pequeña variación en la cantidad de óxido puede producir cambios significativos en el color final. Mantén un registro detallado de tus mezclas y condiciones de cocción para replicar los resultados deseados en futuras producciones.