El carbonato de cobre es uno de los colorantes más versátiles en cerámica, conocido por producir una gama amplia de colores (verdes, azules, rojos y marrones) en esmaltes y engobes. La tonalidad resultante depende en gran medida de las condiciones de cocción: en atmósfera oxidante, el carbonato de cobre suele producir un verde brillante, mientras que en atmósfera reductora puede transformarse en tonos rojos o marrones. En temperaturas de cocción media y alta, su rendimiento se vuelve más estable, permitiendo colores intensos y vibrantes que son populares en gres y porcelana.
Además, el carbonato de cobre puede utilizarse en técnicas de esmalte en capas o en combinación con otros óxidos para crear efectos texturizados y variados, desde manchas hasta gradaciones de color. También es habitual en decoraciones de cuerda seca y mayólica, donde aporta un color distintivo a los diseños geométricos y florales.
Dato interesante
El carbonato de cobre fue utilizado en el antiguo Egipto y Persia para crear los vívidos verdes en la decoración cerámica. También se utilizó en la porcelana china durante la dinastía Song.
Consejo útil
Al usar carbonato de cobre, asegúrate de aplicar una capa uniforme, ya que el cobre puede migrar fácilmente durante la cocción, afectando otras piezas cercanas en el horno.