Un aerógrafo es una herramienta que se conecta a un compresor de aire y se utiliza para aplicar esmaltes, engobes o cualquier otro tipo de recubrimiento sobre la superficie de las piezas cerámicas. A través de la pulverización controlada, el aerógrafo permite una aplicación suave y uniforme del material, lo que facilita la obtención de acabados finos y detallados.
Esta técnica es especialmente útil para crear efectos visuales como gradientes de color, sombreado suave o capas finas de esmalte que no se acumulan en exceso. Además, es ideal para trabajos tanto de gran escala, como esculturas, como de precisión, permitiendo detalles delicados sin la necesidad de aplicar varias capas.
Dato interesante
El aerógrafo fue adoptado en la industria cerámica durante el siglo XX debido a su precisión y capacidad para aplicar esmaltes en grandes cantidades de productos en menos tiempo que otras técnicas. También se utiliza en el arte contemporáneo para crear transiciones suaves de color.
Consejo útil
Practica primero en piezas de prueba para ajustar la presión del aire y la consistencia del esmalte. Asegúrate de limpiar bien el aerógrafo entre cambios de color o esmaltes para evitar obstrucciones o mezclas accidentales de tonos.