Óxido de Antimonio (Sb₂O₃)

Óxido de Antimonio (Sb₂O₃)

El óxido de antimonio (Sb₂O₃) es un material cerámico utilizado principalmente como opacificador en esmaltes, proporcionando acabados blancos, suaves y opacos. Aunque no es tan común como el óxido de estaño o el óxido de circonio, sigue siendo una opción valiosa para crear esmaltes blancos o para modificar esmaltes coloreados, haciéndolos más opacos sin alterar significativamente su tono. Además de su uso como opacificador, el óxido de antimonio puede combinarse con otros óxidos para producir efectos decorativos y variaciones de color. El óxido de antimonio es compatible con una amplia gama de esmaltes y temperaturas, lo que lo hace versátil tanto en cerámica artística como funcional. Sin embargo, su toxicidad requiere precauciones adicionales al manejarlo, especialmente en polvo.

Dato interesante

El óxido de antimonio fue ampliamente utilizado durante el Renacimiento en la cerámica italiana, como en la mayólica, para lograr esmaltes blancos brillantes que servían de base para decoraciones intrincadas.

Consejo útil

Tamiza cuidadosamente el óxido de antimonio antes de incorporarlo en tus esmaltes para garantizar una distribución uniforme. Utiliza guantes, mascarilla y trabaja en un área ventilada para evitar la inhalación de polvo. Realiza pruebas en piezas pequeñas para ajustar su proporción en la mezcla y prevenir problemas de incompatibilidad térmica.