Decoré esta pieza en un curso de raku con dicromato potásico.
Antes de bizcochar la pieza, la bruñí bien para que quedase la superfície lo mas lisa y compacta posible. Después le di una primera horneada de bizcochado.
Me hice una solución saturada de dicromato potásico (sí, ese polvo naranja tóxico) en agua calentita, la colé para quitar grumos y sumergí la pieza. La saqué despacio, dejé que gotease y le di otra capa más. Luego la dejé secar al aire hasta que estaba sequísima.
Cogí dos láminas de aluminio (las normales de cocina van bien) y envolví la pieza sin apretar demasiado, solo pliegues suaves. La idea es que quede aire dentro y se genere humo.
Metí la pieza en mi horno de raku (horno de gas) y esperé a que llegase al rojo, unos 900 °C. Con las pinzas y los guantes bien puestos, la saqué en cuanto estuvo lista.
Al sacarla del horno, se sumerje la pieza en agua fría y se deja un rato hasta que esté fría del todo.
Tras el baño, retiré el aluminio, la enjuagué con agua y le pasé un cepillo suave.